Boris Métraux: el alquimista suizo del sonido que encontró su templo en la selva panameña
- Diana
- 16 jun
- 2 Min. de lectura

En la escena electrónica global cada vez más saturada de fórmulas reciclada, hay artistas que no siguen la corriente: la moldean, la expanden y la reconectan con lo esencial, "Boris Métraux" es uno de ellos. Nacido en Suiza y afincado en Playa Venao, Panamá, "Métraux" no solo cambió de país, cambió de latido.
Su música dejó atrás las estructuras previsibles del house para abrazar algo más profundo: una experiencia sensorial que fusiona ambient, tribal, jazz, electrónica experimental y las texturas vivas de la naturaleza misma. Su obra no se escucha: se respira, se transita, se siente.
Su más reciente sencillo, “Nena”, no es un simple track de Afro house; es una confesión susurrada desde la espesura. Compuesto en medio de la jungla y alimentado por una vivencia sanadora, “Nena” habla sin palabras del poder de la resiliencia y la fuerza interna que florece en medio del caos. Las percusiones tribales actúan como espinas rítmicas, mientras sintetizadores envolventes y vocales cargadas de emoción nos llevan por un paisaje denso pero luminoso.
Lo interesante es cómo "Métraux" logra que lo orgánico y lo digital no compitan, sino que se abracen. Es un equilibrio difícil de lograr, pero en “Nena” lo ejecuta con naturalidad quirúrgica. Desde 2023, "Boris" ha incorporado un ingrediente inusual y fascinante a su paleta, las frecuencias sonoras de las plantas. Lejos de ser un truco esotérico, este enfoque tiene base científica y creativa, y en su caso, produce un resultado único.
Estos “cantores verdes” aportan capas de textura cósmica, casi subatómica, que otorgan a sus composiciones una dimensión espiritual sutil pero poderosa. “Nena” ya ha resonado con miles: más de 18.000 streams, miles de saves, y presencia en playlists clave como Release Radar y Discover Weekly. Pero más allá de los números, el impacto está en su capacidad para generar conexión emocional, incluso entre oyentes acostumbrados a otros géneros.
Para quienes buscan música que no se conforme con sonar bonito, sino que además despierte algo más profundo —curiosidad, memoria, o esperanza, "Boris Métraux" es un nombre que conviene seguir de cerca. Porque hay música que entretiene… y hay música que transforma. Y “Nena” pertenece a la segunda categoría.
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