DESU TAEM: Rock retro con visión cósmica

Hay bandas que nacen para entretener y otras que parecen surgir con la misión de recordarnos quiénes somos en lo más profundo. DESU TAEM pertenece a esta segunda categoría. El proyecto, concebido por Shan y su hijo Nick, se mueve en un territorio donde la energía del rock retro se funde con una búsqueda espiritual y filosófica. Su álbum Cyclops Girlfriend es un manifiesto sonoro que no teme ser visceral, poético y brutalmente honesto.

Entre sus piezas destaca “Cosmologically Connected”, un tema que funciona como un espejo universal. La canción no se limita a riffs poderosos ni a la crudeza de la batería; su verdadero pulso está en la idea de que cada instante nos transforma. Respirar, comer, sudar, desprender piel o cabello, todo nos convierte en alguien distinto, alguien nuevo. DESU TAEM nos recuerda que no somos estáticos, que cada segundo nos reconstruye y nos enlaza con el tejido infinito de la existencia.

Lo fascinante es cómo esta reflexión se traduce en música. La guitarra de Shan se siente como un latido cósmico, un hilo que conecta lo ancestral con lo inmediato. Nick aporta frescura y desenfado, su energía juvenil se convierte en el motor que empuja la canción hacia adelante. Juntos crean un diálogo generacional que no se percibe como contraste, sino como continuidad: padre e hijo tejiendo un mismo lenguaje, uno que vibra entre lo terrenal y lo divino.

“Cosmologically Connected” no es un sermón ni una lección, es un llamado a la acción. La banda invita a “slam until you leave parts of yourself on everything, everywhere”, a dejar huella, a reconocer que somos fragmentos en constante movimiento y que esa impermanencia es nuestra belleza. La crudeza de la letra se equilibra con una musicalidad que golpea y acaricia al mismo tiempo, como si el caos y la armonía fueran inseparables.

Escuchar a DESU TAEM es entrar en un ritual eléctrico. No buscan fórmulas ni complacencias, sino autenticidad. Su propuesta es un recordatorio de que el rock puede ser más que nostalgia o rebeldía: puede ser un espacio de conexión cósmica, un lugar donde cada acorde nos recuerda que estamos vivos, cambiando y entrelazados con todo lo que existe.

En tiempos donde la música suele diluirse en algoritmos y repeticiones, DESU TAEM ofrece algo distinto. Una experiencia que no solo se escucha, sino que se siente en la piel, en el sudor, en la respiración. Una invitación a reconocernos como parte de todo y a celebrar que, en nuestra singularidad, somos también divinos.

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