Eylsia y la fuerza de la gravedad

La historia de Eylsia parece salida de una novela donde cada capítulo revela una nueva metamorfosis. De joven prodigio en el tenis, capaz de conquistar el Irish Open y competir en Wimbledon y el US Open, pasó a enfrentar una lesión que la obligó a dejar atrás el rugido de las canchas. En ese silencio encontró otra pasión: la música. Y desde entonces su vida ha sido un viaje de reinvención constante, marcado por la resiliencia y la capacidad de transformar la pérdida en creación.

Su tema “Gravity” es mucho más que una canción. Es un manifiesto personal sobre el peso que nos ata y la fe que nos levanta. Originalmente concebida en un registro más clásico, Eylsia decidió darle un giro hacia el House Beat, buscando que su mensaje llegara a más oídos. El resultado es un tema que vibra en la pista de baile, pero que conserva una hondura emocional poco común en la música electrónica. La base rítmica late con insistencia, como recordándonos la fuerza de la gravedad, mientras su voz reconstruida, tras haber perdido parte de su capacidad pulmonar y sufrido daños en las cuerdas vocales por el COVID, se eleva con una claridad que conmueve.

Lo que hace especial a “Gravity” es esa tensión entre lo terrenal y lo espiritual. La producción invita al movimiento, pero la letra nos habla de resistencia, de la capacidad de levantarse cuando todo parece empujarnos hacia abajo. Es una canción que funciona tanto en un club como en un momento íntimo de reflexión, porque detrás del beat hay una historia de supervivencia.

Eylsia no es una artista que se limite a la música. Su recorrido incluye patentes en la industria discográfica, la presidencia de una universidad, la creación de una marca de lujo en Palm Beach y ahora un regreso triunfal con su voz reconstruida gracias a la ciencia y la fe. Esa biografía, que pronto verá la luz, es testimonio de una vida que ha sabido reinventarse una y otra vez.

En “Gravity” se condensa todo ese trayecto. Es el sonido de alguien que ha conocido la caída y ha aprendido a levantarse. Escucharla es sentir que la música puede ser un puente entre la fragilidad y la fuerza, entre lo que nos ata y lo que nos libera. Para quienes buscan descubrir artistas auténticos, Eylsia ofrece algo raro en estos tiempos: canciones que nacen de una vida plenamente vivida y que se entregan con la calidez de quien sabe que cada nota puede ser un acto de esperanza.

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