Oliver Nolan y el arte de decir lo que muchos callan: una mirada a “Complain”

En un mundo donde la música muchas veces se disfraza de evasión, Oliver Nolan elige el camino contrario. Desde Essex, este cantautor británico ha construido un universo sonoro que no teme mirar de frente a la incomodidad social, al absurdo cotidiano, a las pequeñas miserias que todos reconocemos pero pocos se atreven a nombrar. Su tema “Complain”, parte del álbum Welcome to Society, es un ejemplo perfecto de esa valentía creativa.

“Complain” no es una canción complaciente. Es una observación aguda, casi teatral, de un fenómeno tan común como corrosivo: la queja constante. Nolan no lo aborda desde la superioridad moral, sino desde la ironía lúcida. Esa que nace cuando uno ha estado ahí, rodeado de personas que parecen encontrar en la queja una forma de identidad, un deporte, una válvula de escape mal calibrada. Personas que “pescan” motivos para quejarse como si fuera un hobby, sin darse cuenta de que su ruido emocional termina salpicando a todos.

Musicalmente, el tema es un collage vibrante. Se siente la influencia del surf rock en las guitarras que chispean con irreverencia, del punk en la actitud frontal, del indie en la estructura melódica que se permite jugar sin perder el foco. Hay algo de ska en el ritmo que se sacude, como si la canción misma se burlara del gesto de “tirar los juguetes del cochecito” que Nolan menciona con sorna. Y en medio de todo eso, su voz: clara, directa, con ese acento británico que no necesita exagerar para sonar auténtico.

Lo que hace especial a Oliver Nolan no es solo su eclecticismo estilístico, sino su capacidad para convertir lo cotidiano en materia poética. “Complain” no es una queja sobre los que se quejan. Es una radiografía emocional, una invitación a mirar con humor y compasión esas actitudes que todos hemos presenciado, y quizás incluso encarnado. Porque a veces, como sugiere Nolan, la queja no es más que un síntoma de algo más profundo. Y reconocerlo ya es un acto de empatía.

Para quienes buscan música que no solo entretenga, sino que provoque una sonrisa reflexiva, “Complain” es una joya inesperada. No grita, no sermonea. Observa, señala y se ríe un poco. Y en ese gesto, nos recuerda que la música también puede ser un espejo. Uno que, con suerte, nos ayuda a vernos con un poco más de claridad.

Oliver Nolan no está aquí para encajar en una categoría. Está aquí para contar historias, para incomodar con elegancia, para mezclar géneros como quien mezcla colores en una paleta emocional. Y si “Complain” es una muestra de su sensibilidad, entonces vale la pena sumergirse en todo su álbum. Porque hay artistas que hacen canciones, y hay otros que hacen preguntas. Nolan, sin duda, pertenece a los segundos.

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