DESU TAEM y “Aquaman’s Last Breath”: inmersión total en el retro salvaje

Hay bandas que se sienten como una cápsula del tiempo. Otras como una predicción del futuro. Pero muy pocas, como "DESU TAEM", suenan a una paradoja: retro, sí… pero salvajemente contemporáneas. Su tema “Aquaman’s Last Breath”, parte del octavo álbum titulado 1/infinity, es la confirmación de que esta dupla, formada por Shan y su hijo Nick, no solo hace música, sino mundos sonoros donde perderse es obligatorio.

Desde los primeros segundos del tema, uno tiene la sensación de estar siendo arrastrado hacia una corriente subacuática cargada de distorsión, efectos psicodélicos y riffs decididamente teatrales. No es casual, el título evoca una escena mitológica "moderna", la última exhalación de Aquaman y el sonido responde con esa misma urgencia y profundidad emocional.

Lo que "DESU TAEM" llama “Savage Retro Rock” no es una etiqueta vacía, el tema transpira fuzz, reverberaciones ácidas, baterías que parecen escapadas de 1972 y una estructura que desafía la lógica del hit radial. Aquí no hay complacencia, hay intención. La canción parece decirnos que, si esta es la última respiración, será con los pulmones llenos de feedback y espíritu rebelde.

El componente generacional entre padre e hijo se traduce en una tensión creativa rica. Shan aporta las ideas al borde de lo absurdo, según su propia confesión y Nick las convierte en realidad musical. Esa dinámica se siente, la canción es tan conceptual como física. Tan cerebral como visceral. Como si Frank Zappa se sentara con The Stooges a improvisar en una consola del siglo XXI.

Y mientras “Aquaman’s Last Breath” cierra el telón de 1/infinity, uno siente que está frente a una banda que no solo ha hecho 160 canciones, sino que ha construido una narrativa no lineal, donde cada track es un fragmento de un multiverso musical único.

“Estamos en muchas plataformas populares. No estamos seguros por qué, pero ahí seguimos, hasta que alguien lo note.” Esa frase, extraída del material promocional de la banda, condensa su esencia: "DESU TAEM" no busca aprobación; ofrece autenticidad. Y eso, para los oyentes que valoran el arte que no se acomoda, es una razón más que suficiente para sumergirse.

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