Eylsia: cuando la voz vuelve del silencio con una sonrisa apocalíptica
- Diana
- hace 6 horas
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Hay artistas que llegan a la música por vocación, otros por accidente, y unos pocos, muy pocos por destino. Eylsia pertenece a esta última categoría. Su historia no es solo la de una cantante, sino la de una mujer que ha vivido varias vidas en una sola: prodigio del tenis, ejecutiva de la industria musical, líder educativa, sobreviviente de una enfermedad devastadora… y, finalmente, artista renacida. Pero no esperen solemnidad: Eylsia no canta desde el pedestal del drama, sino desde la pista de baile del fin del mundo.
Su más reciente sencillo, “Not Gonna End Very Well Mix”, es una joya inesperada. Un himno apocalíptico que no se regodea en el miedo, sino que lo transforma en ironía luminosa. Como si, ante el colapso inminente, Eylsia nos dijera: “ya que todo va a explotar, al menos pongamos buena música y brindemos con estilo”.
Desde el primer compás, la canción se siente como una carcajada elegante. Hay algo de funk en la base rítmica, algo de country-pop en la melodía, y mucho de personalidad en la interpretación. La voz de Eylsia, reconstruida gracias a tecnología vocal de vanguardia tras perder parte de sus cuerdas vocales y un pulmón, no suena artificial ni forzada. Suena vivida. Suena como alguien que ha estado callada demasiado tiempo y ahora no piensa guardarse nada.
La letra juega con imágenes del desastre, pero lo hace con una sonrisa torcida. No hay lamentos, hay guiños. No hay desesperación, hay una especie de sabiduría traviesa. Como escribió Zillions Magazine, es “una mezcla de chispa y golpe emocional que solo alguien que ha bailado con el silencio puede lograr" . Y es cierto: se nota que esta canción no nace del estudio, sino de la vida.
Lo más fascinante de “Not Gonna End Very Well Mix” es su equilibrio. Podría haber sido una canción triste, pero no lo es. Podría haber sido una broma ligera, pero tampoco lo es. Es ambas cosas a la vez. Como si Eylsia hubiera destilado su historia, el ascenso meteórico, la caída física, la reinvención artística, en tres minutos de música que se ríe del abismo sin dejar de mirarlo a los ojos.
Y es que su historia es tan improbable como inspiradora. De ser la campeona más joven del Irish Open a los 14 años, a competir en Wimbledon y el US Open, hasta convertirse en ejecutiva de alto nivel en la industria musical, y luego presidenta de una universidad acreditada nacionalmente. Todo eso antes de que una enfermedad la obligara a detenerse. Pero incluso esa pausa se convirtió en semilla. Porque cuando volvió, lo hizo con una voz nueva, literal y metafóricamente, con una urgencia creativa que se siente en cada verso.
Eylsia no solo canta, también agradece. A sus médicos, a sus fans, a los curadores que la han mantenido en el #1 de los charts de Groover durante semanas. Y lo hace con una generosidad que trasciende la música: dona parte de sus regalías para apoyar a otros artistas, y sigue explorando caminos en la moda, la tecnología y el cine. Su vida será publicada en libro estas fiestas, y ya se habla de una película en camino.
Para quienes buscan música auténtica, con historia, con alma y con un toque de humor inteligente, Eylsia es un descubrimiento que vale oro. “Not Gonna End Very Well Mix” no es solo una canción. Es una declaración de principios: si el mundo va a terminar, que nos encuentre bailando, riendo y cantando con todo lo que nos queda.
Y si alguna vez dudaste de que la resiliencia puede sonar bien, dale play. Eylsia te lo va a demostrar.






