Jesse Creatchman convierte la carretera en canción con “Highway Time”

El cantautor canadiense Jesse Creatchman, conocido por su mezcla de folk, rock y Americana, ofrece en “Highway Time” una pieza que condensa su espíritu narrador y su capacidad de transformar experiencias vividas en música auténtica. El tema, parte del EP Quick Wins, es un recordatorio de que las pequeñas victorias pueden convertirse en momentos duraderos cuando se sostienen con honestidad y oficio.

Creatchman no es un recién llegado. Tras años trabajando detrás de cámaras en la vibrante escena cinematográfica de Quebec, decidió volver a ocupar el centro del escenario. Ese regreso no fue un salto al vacío, sino un proceso de rescate: canciones grabadas en Planet Studios, interpretadas en vivo con un aire deliberadamente clásico, y luego pulidas junto al productor y guitarrista Tom Shemerr, de The Damn Truth. El resultado es un EP que respira la crudeza del directo y la calidez de la tradición, con la masterización de Dave Traina aportando el toque final.

Dentro de ese conjunto, “Highway Time” se erige como un himno íntimo a la carretera y al paso del tiempo. Desde los primeros acordes, la guitarra suena como un motor encendido, con un timbre gastado que evoca kilómetros recorridos y paisajes cambiantes. La voz de Creatchman, áspera y cargada de matices, no busca la perfección técnica, sino transmitir la sensación de alguien que ha vivido lo que canta. Hay en su interpretación un pulso confesional, como si cada verso fuera contado alrededor de una fogata o en un bar de carretera al final de la noche.

La letra, sin necesidad de artificios, captura esa mezcla de urgencia y contemplación que acompaña a los viajes largos. “Highway Time” no es solo una canción sobre moverse de un lugar a otro, sino sobre el modo en que el tiempo se estira y se contrae cuando estamos en tránsito. Es la experiencia de mirar por la ventana y sentir que el mundo pasa a otra velocidad, que la vida misma se mide en millas y recuerdos.

Musicalmente, el tema se sostiene en un groove contenido, con percusiones que marcan el pulso sin robar protagonismo y un bajo que aporta profundidad. La producción mantiene un aire orgánico, sin excesos, lo que permite que la canción conserve esa cualidad de “grabada en vivo” que tanto la distingue. Es un sonido que remite a los discos clásicos de folk rock de los setenta, pero con la frescura de alguien que no imita, sino que dialoga con esa tradición.

Lo que hace especial a “Highway Time” es su capacidad de conectar lo personal con lo universal. Todos hemos sentido esa paradoja de que el tiempo se escapa y, al mismo tiempo, se detiene en ciertos instantes. Creatchman logra traducir esa sensación en música, ofreciendo un refugio para quienes buscan canciones que no solo se escuchan, sino que se viven.

Con Quick Wins, Jesse Creatchman demuestra que incluso los pasos pequeños pueden abrir caminos grandes. Y en “Highway Time”, nos recuerda que la carretera no es solo un lugar de tránsito, sino un espacio donde la memoria, la música y la vida se entrelazan. Una invitación cálida y sincera para quienes disfrutan descubrir artistas que no temen mostrarse tal como son.

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