Rizla Silvers y el rugido de la desconexión: una descarga emocional desde Dublín
- Diana

- 17 oct
- 2 Min. de lectura

A veces, una canción no solo se escucha. Se siente como un golpe seco en el pecho, como una sacudida que te obliga a mirar hacia adentro. Así se presenta “Disconnect”, el más reciente sencillo del trío dublinés Rizla Silvers. Y no es casualidad. Esta banda no viene a adornar el panorama del alt-rock irlandés, viene a incendiarlo con honestidad, distorsión y una energía que no pide permiso.
Craig McEneff, Steve Dwyer y Jude Finn no se conocieron en un estudio ni en una sala de ensayo. Se cruzaron por azar fuera del Olympia, uno de los templos musicales de Dublín. Y desde entonces, han convertido esa chispa inicial en una llamarada que arde en cada escenario que pisan. Su sonido es crudo, directo, sin maquillaje. Pero también es melódico, con ganchos que se te quedan pegados como una verdad incómoda.
“Disconnect” es una canción que no se anda con rodeos. Desde el primer acorde, las guitarras rugen con una furia contenida, como si quisieran romper la pantalla que nos separa del mundo real. La batería marca un ritmo tenso, casi ansioso, que refleja a la perfección el tema central del track: la adicción silenciosa a las redes sociales, ese loop infinito de comparación, ansiedad y desconexión emocional. La voz de McEneff no canta, escupe verdades con una mezcla de rabia y vulnerabilidad. Y cuando llega el estribillo, no hay escapatoria. Es un grito colectivo, un “sha-la-la-la” que se transforma en catarsis.
Lo que hace especial a Rizla Silvers no es solo su potencia sonora, sino su capacidad para decir algo que importa. En tiempos donde muchas bandas se pierden en la estética, ellos apuestan por el contenido. “Disconnect” no es solo una crítica, es una confesión. Y eso se siente. Se siente en cada riff, en cada golpe de batería, en cada pausa que deja espacio para el eco de nuestras propias contradicciones.
Musicalmente, el tema bebe de influencias claras: el filo poético de Fontaines D.C., la intensidad emocional de Biffy Clyro, la urgencia de Arctic Monkeys en sus días más eléctricos. Pero Rizla Silvers no copia. Toman esos elementos y los hacen suyos, los destilan en un sonido que es tan dublinés como universal.
Para quienes buscan música que no solo entretenga, sino que remueva, Rizla Silvers es una apuesta segura. “Disconnect” es una canción que incomoda y libera al mismo tiempo. Una invitación a apagar el teléfono, subir el volumen y volver a sentir.
Y si este es solo el comienzo, entonces estamos ante una de las voces más necesarias del nuevo rock irlandés. No los pierdas de vista. Porque hay bandas que suenan bien, y hay otras que te hacen temblar. Rizla Silvers pertenece, sin duda, a la segunda categoría.










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