The Remainders y su oda a lo cotidiano: “Destiny”, una canción que celebra el amor que perdura
- Diana
- 29 ago
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En una época donde el amor se vende en frases prefabricadas y ritmos virales, “Destiny” de The Remainders se atreve a mirar hacia adentro. Esta nueva entrega de la banda norteamericana, nacida en La Crosse, Wisconsin, no busca reinventar el rock, sino recordarnos por qué lo amamos: por su capacidad de contar historias reales, con guitarras que rugen y emociones que no se esconden.
“Destiny” es más que una canción: es el resultado de una colaboración entre padre e hijo, Andy y Nick Temte, que trasciende lo musical. Andy, vocalista principal y alma creativa de la banda, compuso esta pieza como un homenaje a su esposa y compañera de vida por más de 40 años. Cada verso es una pequeña ventana a los gestos cotidianos que mantienen viva una relación: las manías, los rituales, los silencios compartidos.
Es un enfoque refrescante. En lugar de idealizar el amor, lo humaniza. Y en ese gesto, lo vuelve universal.
Musicalmente, “Destiny” se apoya en las raíces clásicas de Andy Temte, pero no se queda en la nostalgia. La canción abre con guitarras eléctricas que tienen textura, no solo volumen. El bajo es firme, casi conversacional, y los sintetizadores aportan una dimensión emocional que envuelve sin saturar. Las voces secundarias, sutiles pero presentes, refuerzan el mensaje de comunidad y conexión.
Hay una madurez en la producción que se agradece. Nada está ahí por accidente. Cada elemento parece colocado para servir a la historia, no para distraer de ella.
“Destiny” se presenta como una versión moderna de “Let me count the ways I love thee”, pero sin grandilocuencias. Andy no recita promesas eternas; enumera gestos reales. El modo en que su pareja dobla las toallas, la forma en que pronuncia ciertas palabras, los rituales que solo ellos entienden. Es poesía doméstica, y por eso funciona.
La canción no busca ser viral. Busca ser verdadera. Y en ese intento, logra algo más difícil: ser memorable.
Con más de 20 años de trayectoria, The Remainders no solo hacen música: hacen comunidad. Han abierto para gigantes como Styx, Foreigner y Steve Miller Band, pero su misión va más allá del escenario. A través de conciertos benéficos y colaboraciones filantrópicas, han convertido el rock en una herramienta de impacto social.
Andy Temte, además de músico, es autor y podcaster en temas de liderazgo y gestión. Esa visión integral se refleja en la banda: hay intención, hay mensaje, hay corazón.
Si estás cansado de canciones que suenan bien pero no dicen nada, “Destiny” es un respiro. Es una invitación a mirar lo cotidiano con nuevos ojos, a celebrar lo que permanece, a encontrar belleza en lo que otros pasan por alto.
The Remainders no están aquí para seguir tendencias. Están aquí para recordarnos que el rock puede ser íntimo, generoso y profundamente humano.
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