The Wallaces y su cruzada por mantener vivo el rock: una mirada profunda a “La ilusión de amar”

En tiempos donde el algoritmo dicta tendencias y la música parece diseñarse para durar 15 segundos en una historia de Instagram, "The Wallaces" se erigen desde Quito como un acto de resistencia. Esta banda colombo-ecuatoriana, formada en 2021, no solo hace rock, lo defiende. Su manifiesto es claro “mientras el rock se niegue a desaparecer, seguiremos tratando de mantenerlo vivo”, y su tema “La ilusión de amar” es prueba viviente de ello.

El título ya plantea una paradoja, amar como acto genuino vs. amar como espejismo. La canción no cae en clichés románticos, sino que se sumerge en la contradicción del afecto. Es una reflexión que navega entre la esperanza, el desengaño y una aceptación madura del dolor.

Musicalmente podemos destacar el rasgueo, que tiene tintes nostálgicos, con ecos que recuerdan al post-grunge latinoamericano. Su voz, lejos de buscar perfección, transmite verdad. Los teclados no son decorativos; crean atmósfera. Una capa melódica que intensifica el contraste entre lo que suena y lo que se siente.

Por otro lado, el bajo es pulsante y sobrio, como si se encargara de sostener el edificio emocional mientras todo tiembla. Y acompaña a una batería precisa, sin adornos superfluos. Actúa como el corazón que marca el ritmo de una historia que se construye y se derrumba a la vez.

La banda no busca ser revival. No están imitando a los gigantes del rock latino, están creando desde la vivencia, en un país donde el género a menudo queda fuera del foco mediático. Aunque Quito es el punto de partida, la sonoridad conecta con públicos de Bogotá, Buenos Aires o Ciudad de México.

Si eres de los que disfruta descubrir bandas con voz propia, “La ilusión de amar” es un excelente punto de entrada. No buscan ser virales, sino duraderos. Y en eso reside su poder. Su sonido es un recordatorio de que el rock, lejos de morir, está mutando en rincones menos obvios pero igual de potentes. "The Wallaces" lo hacen desde Quito con sangre colombiana, armados no de nostalgia, sino de convicción.

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